Por ahí... [LIBRE]

Deberia estar estudiando, o eso se suponia, pero no tenia ni las ganas ni el animo suficiente para empezar a estudiar hechizos y pociones de lo más inútiles, ¿para que querria nadie saber transformar a su mascota en una copa? A mi me parecia, además, una idea de lo más repugante. Caminaba sin un rumbo fijo, buscando a mi hermano o a cualquiera con tal de entretenerme un rato, ya fuera discutiendo y metiendome con esa persona o riendo y pasando un buen rato, eso era lo que menos me importaba, mientras me quitasen este increíble aburrimiento

Caminaba con tranquilidad por el pasillo del primer piso. No había prácticamente nadie por los lugares, casi todos los alumnos andaban pors estudian y compartiendo apuntes. Por el contrario, yo no puedo quedarme toda la tarde encerrada en una habitación leyendo un libro aburrido con una materia absurda. Si enseñarán Artes Oscuras si que seríjn mas interesantes las clases. Y, por supuesto, las prácticas.
Ansiaba poder salir de Hogwarts y poder practicar alguna de las maldiciones imperdonables que el Señor Tenebroso me había enseñado a perfeccionar durante el verano.
Estudio Muggles no era una asignatura que requiera mucha concentración ni muchos esfuerzos. Era totalmente absurda e innecesaria. Sin duda, hoy me tomaría la tarde libre, aunque no tenga mada mas importante que hacer, encontraré algo útil para pasar el tiempo.
Caminando y topándome con alumnos indeseados, vi a unos metros a Alecto. Sonreí y aceñeré el paso para alcanzarla.
-Hola Alecto-Le saludé posandome en su derecha.

Caminaba observando el rostro de las pocas personas que cruzaban por delante de mi, ¿es que todo el mundo se dedicaba a estudiar? No entendía porque se molestaban tanto en aprender algo que nunca les serviría para nada, y menos aún si te hacia malgastar tu tiempo libre. Estaba deseando acabar el colegio para poder empezar a hacer cosas útiles con mi magia, pero claro, todavía me quedaban dos años...
De repente, escuché una voz que me saludaba y vi a una Bellatrix sonriente a mi derecha.
- Hola Bella. ¿Tu tampoco estudias? - más que preguntárselo lo afirmé, pues estaba claro que si estaba aquí no era precisamente por que estaba estudiando.

Escuché a Bella reír ante mi pregunta, algo extraño en ella, pues solo solía reírse para burlarse de los demás, aunque la mayoría de las veces que estaba conmigo, era como si riese de verdad, y no esa risa burlona tan característica en ella.
- Nadie con dos dedos de frente lo haría, es una pérdida de tiempo. - dije dándole la razón, cuando ya sabías todo lo necesario, estudiar no servia para nada, y menos cuando te enseñaban a hacer cosas tan estúpidas e inútiles como solían hacer en esta escuela.
-Pocas veces te equivocas Bella, y esta no va a ser una de ellas, ¿acaso me ves con muchas ganas de estudiar? - pregunté algo irónica, además, los que estudiaban se quedaban en las salas comunes o se iban a la biblioteca, los demás, nos dedicábamos a pasear por el castillo, o a otras cosas. Me reí cuando mencionó a mi hermano, otro que tampoco necesitaba estudiar en absoluto.
Me extrañó que me preguntase como estaba, ¿acaso parecía que estaba mal? Porque esas cosas solo se preguntan cuando ves que alguien esta mal... - Pues me encuentro bien.. - dije mirándola extrañada. - ¿Tendría que encontrarme de algún modo especial?

Miré de reojo a Alecto con una mirada orgullosa ante su afirmación hacía mi. No era de extrañar que la joven Carrow entrara en mi circulo de amistades mas intimo durante el primer curso de ella.
-Para nada- Conteste a su primera pregunta de forma seca pero totalmente sincera. Tampoco hacía falta entrar ahora mucho en detalles innecesarios. Su reacción ante mi pregunta me extraño un poco, incluso me desconcertó. Era una pregunta normal que la gente se preguntaba, aun mas cuando llevan un par de días sin contacto alguno. Aunque de todas formas tampoco le afecto lo mas mínimo.
-Supongo que no, aunque yo desde luego no me encuentro muy bien aquí dentro- Contesté sin que ella me hubiera preguntado. -Preferiría estar fuera entrenándome para ser una buena mortífaga.-Le confesé sin cortarme en nada, sabía que podía confiar en ella.