En un rato libre [Alecto]

Era un viernes lluvioso, como la mayoría de días en este frio y húmedo invierno, pero me gustaba la lluvia, y el frio, por lo que no era algo que realmente me preocupase, más bien lo contrario. Como cada tarde, en vez de hacer los deberes o tratar de estudiar algo, me había decantado por deambular por el castillo. Entonces vi a Mary por el pasillo, no sabia a donde iba, pero decidí seguirla, con un poco de suerte se dirigiria a algún lugar solitario y podría hablar con ella con tranquilidad. La seguí hasta la torre del reloj y vi como se sentaba en una esquina, mirando el paisaje. Me acerqué a ella por detrás, tras asegurarme de que no había nadie más por allí. Me incliné sobre ella.
- ¿Ocupada? - le dije al oido, con una media sonrisa en la cara

Al verla ahí sentada, no pude evitar que imágenes de nuestra infancia pasaran por mi mente, fugaces recuerdos de una época en la que no tenia que preocuparte de si estabas con un gryffindor o un Hufflepuff, ya que todabia no habia nadie que pudiese decirnos qué eramos cada uno. Cuando se giró hacia mi, pude ver que ella tambien sonreia, normal, eramos amigas desde que ambar llevabamos pañales y gateabamos por toda la casa, pero la escuela y la gran distancia entre nuestras casas ha hecho que esto tenga que ser un secreto, aunque nadie sabe mejor que yo, que estamos haciendo lo correcto.

-Oh genial, me siento halagada - dije algo sarcástica, mientras me sentaba a su lado. - Hacia tiempo que no estabamos las dos solas... - claramente, habiamos coincidido más a menudo, pero para nosotras solo cuando estabamos solas contaba como estar juntas, ya que frente a los demás... bueno, eramos Gryffindor y Slytherin.

Era tan molesto para ambas el tener que discutir cuando había más gente delante... pero era lo que tocaba, por el simple hecho de estar en casas contrarias, era como estar interpretando un papel, el que supuestamente que correspondía según la casa que te hubiera tocado el primer curso, pero en nuestro caso, teníamos la suerte de contar con estos momentos de descanso y poder quitarnos la mascara tranquilamente.

Me reí ante su comentario. - ¡Y tú una leona de pies a cabeza! - dije riendo, si nos hubieran dicho cuando eramos pequeñas que tendríamos que andar escondiendonos para poder hablar como amigas, habríamos negado que eso pudiese ocurrir algún día. -Shhh, ya te dije que tenía que ser una boda secreta... Sabes que nuestras casas nunca lo aceptarian. - dije siguiendo su brma, en el mismo tono que ella. Mientras hablaba con ella, andaba pendiente de si entraba alguien en el campanario, no solia venir mucha gente, pero era mejor estar preparada por si alguien aparecia de repente.